CARACTERISTICAS
Se elabora con leche cruda de vaca, de pasta prensada no cocida. El porcentaje de materia grasa es del 45 % como mínimo y el porcentaje de humedad del queso desgrasado es del 67 % como máximo. Su textura es cremosa y suave.
Tiene un ligero sabor afrutado, cremoso, con dejo a nuez, que se ve influenciado por una línea de ceniza.
La pasta es semiblanda, mantecosa y elástica. Puede presentar ojos y lleva una línea de cenizas de carbón vegetal. Su color es marfil a amarillo pálido.
El interior presenta dos capas de pasta, separadas por una línea negra horizontal.
Aroma de heno fresco, acre, como a levadura.
Tiene un ligero sabor a nata. En origen, las dos capas de queso tienen un gusto ligeramente diferente, siendo la de leche vespertina más frutal que la de la mañana.
Esta es la característica sobresaliente del Morbier. Se hace al cortar las piezas por la mitad, horizontalmente, cuando están recién elaboradas, con un cuchillo previamente espolvoreado con cenizas de carbón que le otorga delicadas notas de ahumado y acre.
La corteza es natural, lisa y homogénea. Se forma exclusivamente frotando la superficie con agua salada a la que pueden añadirse fermentos lácticos. Su coloración oscila entre gris claro y beige anaranjado.
La maduración del queso se prolonga como mínimo durante 45 días a partir del día de fabricación, y se realiza a una temperatura comprendida entre 7º y 15º C.
Tiene forma cilíndrica con caras planas y canto ligeramente convexo.
Su peso varía entre 5 y 8 kg, su diámetro entre 30 y 40 cm y su altura entre 5 y 8 cm.
El típico queso de montaña Morbier Pré Vert, presenta una pasta de color amarillo pálido dividida por una capa de hollín o de carbón vegetal. Su corteza es lavada diariamente con sal y vino blanco durante dos meses, lo cual le otorga su sabor exclusivo.
Se presenta en hormas cilíndricas de 4.5 kg. a 5,5 kg. aproximadamente.
Venta al peso, precio por kilogramo.